lunes, 18 de enero de 2010

Demasiado rápido

Mi empleada doméstica ha trabajado 43 años con nosotros. Cuando llegó a mi casa, yo llevaba casado unos pocos años. Ella venía de uno de los caseríos de la hacienda de mi padre y tenía 15 años en el momento en que comenzó a ayudarnos, puertas adentro.

Se llamaba María Pilar, pero al poco tiempo se convirtió, cariñosamente, en nuestra Pilita. En los años que ha trabajado con nosotros, siempre hemos respetado su día libre, nunca le ha faltado comida en su mesa y siempre ha tenido el cuarto de la empleada a su disposición y un uniforme que vestir. No era para menos, ya que ella ha sido parte de la familia. Ha estado presente en cada uno de los sucesos importantes de nuestras vidas y ha sido importantísima en la crianza de cada uno de mis hijos, nietos y de mi reciente bisnieto.

Lastimosamente, nuestra Pilita acaba de verse sacudida por un hecho. Su hijo, uno de los dos que tenía y que su madre se encargó de criar mientras ella trabajaba aquí, ha regresado. Este muchacho, siempre aventurero y problemático, se marchó hace más de 20 años a los Estados Unidos de América. Ahora, ha regresado y quiere llevarse con él a Pilita.

Mi familia está conmocionada y nos ha sorprendido la disposición de Pilita a irse. Dice que su hijo la puede mantener, que ya está vieja para trabajar, que las energías no le dan y que prefiere irse con él. Nosotros le hemos dicho que no puede marcharse, que es parte de la familia y que puede trabajar al ritmo que quiera. Que no nos deje.

Lastimosamente, la decisión parece ya tomada. No quiero decir que los pobres no deban enriquecerse, el problema es cuando lo hacen demasiado rápido. Crean shock y conmoción social, desbaratando las estructuras sin la debida preparación social. Eso es, exactamente, lo que el súbito progreso y enriquecimiento del hijo de Pilita causa hoy a mi afligida familia.

1 comentario:

  1. Créame que no podría estar más de acuerdo con Ud.
    Este 'súbito enriquecimiento' ha generado cambios en la estética de nuestros conjuntos habitacionales, ahora se ven más 'camionetas doblecabina' en Los garages de las casas recientemente adquiridas por compatriotas residentes en la península ibérica.
    Esto en tiempos del Ingeniero no pasaba!

    En espera de su próximo post.

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